Mientras en las comunidades la gente teme lo mismo a las serpientes que al pillaje, a la vez que exigen comida y restablecer la energía eléctrica, las autoridades dan cifras dispares de los damnificados por las lluvias en Tabasco, calculadas desde 100 mil hasta más de 200 mil.
“Queremos ayuda”, clamaron pobladores al paso de la visita del presidente Felipe Calderón y del gobernador Andrés Granier, quienes escucharon la exigencia de restablecer la energía eléctrica a bordo de camiones de redilas del Ejército. Sólo 10 minutos dialogaron con los pobladores.
Los mandatarios trataron de explicar a la gente que la energía fue cortada a propósito para evitar electrocutados. “Si quiere (se restablece la energía), no sé cómo la lleve con el marido”, dijo Calderón a una mujer que insistía en el retorno de la electricidad. Calderón y Granier sobrevolaron durante una hora Jonuta y Emiliano Zapata. El gobernador dijo que Jonuta está inundado a 100% y de plano se suspendieron las clases. Después del sobrevuelo y la visita relámpago a la gente, los funcionarios hicieron un repaso en el hangar del aeropuerto de Villahermosa, pero fue ahí donde las cifras no cuadraron.
Laura Gurza, coordinadora de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, informó que son 175 mil damnificados en la entidad, según datos del gobierno tabasqueño hasta la noche del jueves. En su intervención posterior, Granier estimó que son más de 200 mil. Al cerrar la ronda de intervenciones, el presidente comentó que tras las evaluaciones serían entre 100 mil y 120 mil los damnificados.
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